Entre sus propósitos se encuentra enriquecer la vida del interno introduciendo nuevas temáticas en el proceso de socialización, no simplemente como una distracción más, sino desarrollando nuevos intereses que pueden resultar centrales en la vida del recluso.
También se busca reducir los índices de violencia entre los estudiantes y sus compañeros; ocupar el tiempo en el estudio disminuyendo el dedicado al ocio. Lo anterior ayudará a comprobar que la educación disminuye la reincidencia y hace personas más analíticas.
Las clases presenciales tienen una probabilidad de hasta el 90 por ciento de que el estudiante concluya sus estudios. En el transcurso de la experiencia, el recluso entrará en contacto tanto con los docentes como con el sistema de la institución educativa, apoyados con asesorías y tutorías. Además se siguen los mismos planes de estudio que en los planteles de la UACM.
Al inscribirse, se efectúa una evaluación diagnóstica que ayuda a los maestros del Ciclo de Integración a conocer el nivel de competencias que traen consigo los nuevos alumnos; esto es importante ya que el docente no trabaja con calificaciones anteriores sino con habilidades actuales. En este ciclo se ayuda a que los reclusos no tengan desventajas con sus pares de los planteles.
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En el sistema de certificación de la UACM los docentes que evalúan finalmente al estudiante no son los mismos que le dieron la clase; la relación que se establece no implica, por tanto, una conexión docente-calificación, impidiendo una manipulación del resultado de los cursos.
La UACM ofrece dentro del PESCER las carreras del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales, es decir, Derecho, Ciencia Política y Administración Urbana, así como Creación Literaria; además se imparten diversos talleres, entre ellos Matemáticas, Expresión Oral y Escrita, Introducción al Pensamiento Social y Conocimiento, Identidad y Aprendizaje.
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